¿Cuántas veces te has quedado en el sitio, viendo pasar la oportunidad, por miedo a no dar el paso? Y pensar que a veces, con tan solo un “vamos” podría haber cambiado todo.
Reparto: Elena Peñarrocha, Unai Caro, Adrián Caro, Elio&Me, Agus Tín, HHBASS, Alberto Navarro, Víctor Colás, Alejandro Sebastián
VAMOS parte de una realización y una idea muy sencilla: una localización, un plano secuencia. Consiste, en un continuo travelling out que permite al protagonista y a la escena avanzar hacia nosotros de manera simultánea. Esto se interrumpe al final con un flashback, que enlazará el siguiente videoclip, transportándonos a una localización aún desconocida tanto por ellos como por el propio espectador. Antes de acabar, podemos ver un amanecer, señal de que nuestros protagonistas han pasado toda la noche juntos. Y sin querer perder esa sed de aventura que ya les ha hecho llegar hasta donde están, ¿por qué no acabar en el mar?
Lo que más duele al romper una relación, es cuando sabes que se rompe porque si seguís así, uno de los dos puede acabar dolido, no por hacerlo mal, sino por enamorarse demasiado. Y en estos momentos, es cuando entra esa frase en tu cabeza: “Ojalá no te vea pasar”.
Reparto: AZ Zarko, Piluca, Néstor Monzonís, Sergien, Vibra Alterna, Jeanmi, Carlota Lloret
No te vea pasar juega, a través de un montaje paralelo, a unir a Unai y Elena, porque por mucho que se separen, siguen pensando el uno en el otro. Pero mejor que se quede ahí, en los pensamientos de él y en los cascos de ella.
Por todo esto, él se va a la playa, con amigos y a la luz de una hoguera. La playa, por mucho que le recuerde a ella, es un sitio aislado donde no se la encontrará. ¿O sí?
Pasado el tiempo, ya no pesa tanto, por eso (a lo mejor) es más fácil dejarlo todo atrás. Y es curioso que en estos momentos sea cuando más estables estamos, porque al menos ahora la incertidumbre viene de nuestra parte, y no ocasionada por una tercera persona. Es aquí donde entra el trípode y los movimientos digitales, mucho más precisos. También entran recuerdos de tiempos mejores, por eso los recordamos con más color que el propio presente, que se materializa en un estudio y en blanco y negro, contrastando con el estilo clásico del pasado sepia o apagado. La última parte, especial, nos vuelve a conectar con el principio de la historia, pero no de este videoclip, sino del primero. Y esta vez el espectador será partícipe de la situación del protagonista.